Hablando sobre sistemas eléctricos, es común que hablemos de los términos monofásica o trifásica. Estos conceptos se refieren a cómo se entrega y distribuye la electricidad desde la red eléctrica hasta nuestro hogar o negocio.
¿Qué es una instalación monofásica?
Una instalación monofásica es un sistema eléctrico que utiliza una sola vía para la producción, distribución y consumo de energía.
Esta vía única transmite la electricidad mediante dos cables principales: uno que lleva la corriente (llamado fase) y otro que la devuelve (neutro).
Por lo general, este tipo de instalación es adecuado para cargas de energía ligeras y medianas, como la mayoría de los electrodomésticos y la iluminación doméstica.
La potencia contratada suele ser alrededor de 3,7 kW, con tensiones normalizadas de 220 o 230 voltios.
Sin embargo, debido a su limitada capacidad de potencia, puede no ser adecuada para equipos industriales o cargas muy grandes. A pesar de esto, las instalaciones monofásicas son relativamente simples y económicas de instalar y mantener, ya que requieren menos cableado y equipo en comparación con sistemas de múltiples fases.
¿Qué es una instalación trifásica?
Por otro lado, una instalación trifásica es un sistema eléctrico más avanzado que utiliza tres vías principales para distribuir la energía.
Cada vía transmite una corriente alterna diferente, pero trabajan en conjunto de manera coordinada. Esto permite una distribución más equilibrada y constante de la energía.
Las instalaciones trifásicas son comunes en entornos industriales y en edificios grandes donde se necesita una gran cantidad de energía.
Por lo general, estas instalaciones operan con tensiones normalizadas de 380 o 400 voltios y pueden contratar potencias superiores a 15 kW.
A diferencia de las instalaciones monofásicas, las trifásicas requieren un cableado y equipamiento más complejo para manejar las tres fases de manera coordinada.
¿Qué es mejor, corriente monofásica o trifásica?
Cuando se trata de elegir entre corriente monofásica o trifásica para una vivienda, la decisión se basa en varios factores, principalmente las necesidades energéticas del hogar. En general, la elección es relativamente simple:
Las instalaciones monofásicas son más económicas tanto en términos de instalación inicial como de mantenimiento. Además, requieren menos cableado y componentes, lo que facilita el diagnóstico y la reparación de fallos.
Por lo tanto, si tu hogar no tiene múltiples dispositivos de alto consumo, la opción más adecuada probablemente sea la monofásica.
Por otro lado, una instalación trifásica sería recomendable si tu vivienda cuenta con varios dispositivos de alto consumo, ya que las tres fases permiten un funcionamiento más eficiente de estos dispositivos. Sin embargo, tanto la instalación inicial como el mantenimiento suelen ser más costosos debido a la complejidad adicional.
Para tomar una decisión informada, es necesario calcular la potencia consumida por los aparatos eléctricos de tu hogar. Si esta potencia es inferior a 13,86 kW, una instalación monofásica será suficiente para satisfacer tus necesidades y también te permitirá ahorrar en tu factura de luz. Sin embargo, si la potencia requerida supera este umbral, será necesario optar por una instalación trifásica.
